EL LADRÓN

Antonio Romero

[reflexiones alrededor de una obra propia]

Nuestra sociedad está agobiada por la violencia, y la población que la sufre en carne viva se encuentra ya con daños psicológicos severos…

Pero… ¿Qué es la sociedad?

Según Joseph Fichter: “es una estructura formada por los grupos principales interconectados entre sí, considerados como una unidad y participando todos de una cultura común”.

Asumiendo las cosas desde una perspectiva responsable, hay que sincerarse y ser honestos con nosotros mismos: la violencia de El Salvador no es más que el reflejo de una sociedad enferma, egoista, sin valores, sin educación y consumista; ésta es una sociedad que valora a las personas por lo material, la pobreza es causante de frustraciones. Y si se carece de la formación adecuada y de oportunidades de desarrollo lo que queda es la desolación, la desesperanza transformada en violencia social.

Mientras no exista voluntad política lo que resta es esperar el momento de “que nos llegue la hora” de enfrentar el lado oscuro de nosotros mismos y, mientras esperamos, vemos caer a nuestros amigos, hermanos y vecinos y sólo deseamos el momento para la venganza, la muerte o la desgracia del transgresor, que nos ha quitado al ser amado, sólo esperamos cortarle la mano al ladrón.

Ya no vemos a nuestra familia, ya no nos ocupamos de ésta, nos quedamos con la fobia a la muerte repentina por violencia, y dejamos a nuestros hijos sin su padre o madre que se ocupan de sus propios miedos, los abandonamos y… a repetir patrones… no sin antes ver juntos la última película de Hollywood, las noticias y los muertos en la calle. Todo esto sin inmutarnos, por supuesto. Y ¿qué más da?

Pero ojo… que no es la pobreza causal de violencia.